EL GRAN PROBLEMA DEL AGUA EMBOTELLADA
Todos sabemos que para llevar una dieta equilibrada y mantener nuestro cuerpo hidratado es indispensable beber agua en abundancia y diariamente, el problema que puede generar este hábito es el gran desperdicio de plástico que se crea al fabricar las botellas de plástico. Una sola botella de plástico requiere los siguientes ingredientes para llevar a cabo su fabricación: 100 ml. De petróleo, 80 gr. De carbón, 42 l. de gas natural y 2 l. de agua extra.
En el proceso de producción de dichas botellas las emisiones de CO2 son muy elevadas. Por tanto, si quisiéramos compensar estas emisiones con oxígeno, sería necesario plantar árboles en una superficie tan grande como Reino Unido.
Hoy en día en el negocio de las botellas de plástico se mueven muchos millones de euros, cosa que no tendría que suceder, y con este dinero se podría invertir en energías renovables o productos más sostenibles con el medio ambiente.
Tanto la industria como las grandes empresas nos hacen creer que el agua embotellada es más sana, pero no es cierto.
Debemos tener en cuenta que en España, el agua potable es el producto alimenticio más controlado, por lo que es imposible que pueda dañar nuestra salud.
En España el 50% del plástico que se recoge va a los vertederos y no se recicla. Teniendo en cuenta que una botella de plástico tardará 1.000 años en degradarse y que la lluvia arrastrará los químicos tóxicos al suelo, estamos atentando contra el medio ambiente de forma diaria y contante y este hecho atenta también, por tanto, contra nuestra salud.
Debemos ser conscientes de la magnitud que ha alcanzado el problema, y que el consumo de plástico, aún así sigue creciendo, día tras día, en todas las partes del mundo.
Países como Alemania, Italia, España y EE.UU. tienen acceso a agua potable limpia, y de todas formas, siguen prefiriendo el agua embotellada. Esta situación nos lleva a pagar 125 veces más por un agua embotellada que, al mismo tiempo, contamina nuestro medio ambiente. El agua potable que nos viene suministrada por la red puede acabar de tratarse, según las necesidades que cada un de nosotros tengamos: eliminando la cal, eliminando los restos de residuos y bacterias y, reduciendo al mínimo los minerales en agua, en el caso de personas que necesiten baja mineralización, para obtener agua de calidad en todos los casos.