Según un informe sobre el ciclo de vida completo de la producción mundial de plástico, los resultados ambientales a largo plazo son una catástrofe. El informe del Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL) concluye que la producción de plásticos se convertirá en un importante impulsor del cambio climático.
La información sobre los efectos perjudiciales de los desechos plásticos ciertamente ha cautivado la atención mundial. Personas de todo el mundo buscan cada vez más alternativas sin plástico y se esfuerzan por lograr una gestión más sostenible de los desechos en sus comunidades. De hecho, las amenazas que plantea la crisis de la contaminación por plásticos se reconocen ampliamente junto con las consecuencias del cambio climático; sin embargo, los vínculos fundamentales entre estas dos importantes esferas de preocupación a menudo se pasan por alto o no se reconocen.
El plástico, un importante impulsor del cambio climático
Cuanto más plástico fabricamos, más combustibles fósiles necesitamos, más exacerbamos el cambio climático. La emisión de gases de efecto invernadero que atrapan el calor excesivo es la principal fuerza impulsora que exacerba la progresión del cambio climático hoy en día. El vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso y el gas de ozono poseen la capacidad única de absorber la radiación infrarroja y volver a irradiarla a la superficie de la Tierra, produciendo un efecto de calentamiento de «invernadero». Según un informe publicado por el Centro de Derecho Ambiental Internacional a principios de este año, las emisiones de gases de efecto invernadero del ciclo de vida del plástico amenazan significativamente nuestra capacidad de mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 1,5°C. Para el 2050, las emisiones de gases de efecto invernadero del plástico podrían alcanzar más de 56 gigatoneladas; lo que representa entre el 10 y el 13 por ciento del presupuesto de carbono restante.
La única manera de abordar el problema es frenar la producción de plástico, especialmente de un solo uso, y aumentar el reciclaje.
Reducir el uso y los residuos de plástico es un componente clave del trabajo del WWF
Entonces, ¿cómo está implicado el plástico en el cambio climático?
Casi todo el plástico se deriva de materiales (como el etileno y el propileno) hechos de combustibles fósiles (principalmente petróleo y gas). El proceso de extracción y transporte de esos combustibles, y luego la fabricación de plástico crea miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, el 4% de la producción mundial anual de petróleo se desvía a la fabricación de plástico, y otro 4% se quema en el proceso de refinado.
Pero la forma en que manejamos todo el plástico que luego entra en circulación es igualmente preocupante. De los casi 3 millones de toneladas de plástico que Australia produce cada año, el 95% se desecha después de un solo uso. Menos del 12% se recicla, lo que deja una cantidad asombrosa para ser eliminada en los vertederos o incinerada.